Hemos abierto esta nueva sección en nuestro blog para ir contando poco a poco a todo el mundo todos aquellos otros valores que otorgan una singularidad especial, a parte de la geológica, al futuro Geoparque de Villuercas, Ibores, Jara.
Nos referimos, ni más ni menos, que a las gentes que viven aquí desde hace mucho tiempo. A su carácter normalmente acogedor y amable, a esa gente serrana y dura que ha aprendido a convivir con este relieve tan famoso últimamente y que parece que acabamos que descubrir y con el que, sin embargo, algunos, llevan lidiando durante muchos, muchos años y en el que se han dejado la piel.
Nos referimos a esa gente sencilla que ha pasado muchas horas a la intemperie cogiendo aceitunas o castañas, o guardando cabras en los robledales serranos, o quitando piedras en las laderas para plantar almendros o cerezos o castaños o......., vamos, a la gente que lleva pateándose esta tierra toda su vida y que la conoce palmo a palmo.

A esa gente, a la que nunca preguntamos porque todos somos unos eruditos de cualquier materia, es a la que dedicamos nuestro primer artículo. A su forma de vida, a su sabiduría callada, a su sencillez y a su miedo a que todos estos proyectos, tan atractivos para todos nosotros, sólo supongan una amenaza a las costumbres y formas de hacer las cosas de toda su vida.
Nuestra es la culpa si esto es así por no haber contado con ellos desde el principio y no haberlos hecho parte de estos proyectos, nuestra es la culpa y nuestra la responsabilidad de rectificar y hacerles sentir parte importante de esta nueva época que muchos (en especial los que vivimos aquí el día a día y sabemos lo difícil que es) esperamos con los brazos abiertos y que significa futuro para todos.
Mucho trabajo por delante para quien quiera entenderlo .......
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